Darte cuenta que tu cónyuge no es el príncipe - o la princesa - que conociste y de la cual te enamoraste, es un inevitable proceso por el cual todo matrimonio atraviesa.
Hemos soñado con cambiar aquellas cosas que no nos gustan de él o ella, y si llevas más de 31 años de casados (como nosotros) seguramente lo habrás intentado más de una vez. Resulta frustrante no conseguirlo.
Si bien sigo creyendo en el maravilloso poder del amor y en su eficacia para transformar a las personas, soy consciente de que Dios no quiso que sus criaturas fueran todas idénticas. Nos concibió más bien de forma que nos complementáramos.
Eres la mejor esposa que él podría tener, y viceversa. ¿Has escuchado esto? Están juntos para complementarse. Tenemos que saber que la capacidad de complementarnos se basa en la aceptación, el respeto mutuo y el reconocimiento de nuestras diferencias. Para lograrlo, una de las claves primordiales es la comunicación.
Aceptar a tu cónyuge es más que "soportar" sus debilidades o defectos. Es saber que, a pesar de que tiene actitudes que no nos gustan, el amor que Dios le tiene es grande, y El trabaja en cada uno sin descanso, es el único que transforma a las personas.
Respetarse mutuamente requiere una cuota de empatía, es decir, poder ponerse en el lugar del otro. Saber que además de ser pareja, somos individuos diferentes, y tenemos nuestra identidad que merece ser respetada.
Reconocer nuestras diferencias es una consecuencia de los otros dos conceptos, los de aceptación y respeto mutuo. Somos diferentes, nos gustan cosas diferentes, y tenemos cosas por cambiar.
El hilo conductor de estas tres premisas es el mantener una buena comunicación. Deja de "suponer" lo que hace, por qué lo hace, lo que piensa, y comienza a hablar y a escuchar.
No te desanimes, es posible llegar a las bodas de oro
A veces nos cuesta seguir adelante en nuestro matrimonio. Pero creo que no es imposible, lo hemos comprobado.
A continuación te compartimos cinco principios que nos han servido de guía para hacer que nuestro matrimonio funcione:
1. Hacer memoria de todas las cualidades de mi marido (o mi esposa) que me llevaron a enamorarme de él/ella. Escríbelas de vez en cuando.
2. Reconocer mis propias faltas y defectos, para tener una perspectiva correcta de los suyos. "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra" Juan 8:7.
3. Perdonar lo antes posible. "Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo"Efesios 4:32.
4. Conservar un buen sentido del humor. Mark Gungor, consejero matrimonial, comenta: "¿Te ha sucedido alguna vez que, al pasar junto a un espejo, te aterrorizó lo que viste? El matrimonio es como un espejo. Al vivir tan cerca de otro ser humano empiezas a ver bastante claramente cómo eres en realidad y qué ajustes y cambios necesitas realizar".
5. Pedir a Jesús que me conceda una dosis mayor de Su amor cuando las cosas se tornan difíciles. "[El amor] todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta"1 Corintios 13:7. "El amor cubrirá multitud de pecados"1 Pedro 4:8.
♥ El matrimonio es diseño de Dios ♥
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5 Principios para que tu Matrimonio llegue a las Bodas de Oro
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